¿Qué le faltó al agente topo?
Por Edgardo Fuenzalida, gerente general de Fundación Las Rosas
Desde ya aclaro que esta columna no es una crítica cinematográfica; o quizá sí, en parte, pues quienes trabajamos en el cuidado de personas mayores hemos sido gratamente sorprendidos con el documental de Maite Alberdi, “El agente topo”. En 90 minutos, la realizadora y su entrañable protagonista, don Sergio Chamy, nos adentran con gran acierto en el diario vivir de los residentes y sus cuidadoras al interior de un Establecimiento de Larga Estadía para Adultos Mayores (Eleam), como son reconocidos formalmente por el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama).
Las cuidadoras trabajan con cariño y vocación que quedó demostrado en la crisis del Covid.
Muchos de los tópicos que expone la película, los experimentamos a diario al interior de los hogares: la soledad, el abandono, el deterioro físico y mental de las personas mayores y, al mismo tiempo, sus ganas de vivir, de ser escuchados, de reír y participar junto a otros. Y aquí las cuidadoras cumplen un papel esencial pues trabajan con cariño y vocación, como quedó demostrado en la crisis del Covid. Más aún cuando, lamentablemente, solo un 15% de ellos recibe visitas habituales de familiares y amigos, y casi el 75% sufre deterioro cognitivo, cuestiones que quedan claramente retratadas en la investigación del infiltrado agente topo.
¿Qué otros elementos podríamos sumar a esta investigación? Diversas fuentes indican que en Chile existen, aproximadamente, 1.000 Eleam reconocidos, que acogen a casi 25 mil personas mayores. Sin embargo, se estima también que un número igual o superior de establecimientos operan en la absoluta informalidad, sin autorizaciones sanitarias, controles o certificaciones correspondientes; situación que debe ser prontamente atendida, por el bienestar de quienes ahí residen.
Otro dato fuera de los hogares, pero que no podemos eludir, es habernos convertido en uno de los países del continente con la mayor tasa de suicidios en adultos mayores: 13,6 suicidios por cada 100 mil personas
A esto se suma los déficits que el país mantiene en materia de salud mental, las bajas pensiones y la falta de políticas públicas para las personas mayores. Otro dato fuera de los hogares, pero que no podemos eludir, es habernos convertido en uno de los países del continente con la mayor tasa de suicidios en adultos mayores: 13,6 suicidios por cada 100 mil personas (Minsal-INE, 2019), frente a países como Brasil con 9,6 suicidios por cada 100 mil personas. Esto es lo que le falta conocer a la sociedad, los datos duros, las fallas estructurales.
En ese contexto, ¿cuál es el rol que estamos dando a nuestros adultos mayores en la familia y en la sociedad?, ¿cuáles son los resguardos que ellos disponen en materia económica, de salud y en sus cuidados generales? ¿Qué estamos haciendo -o dejando de hacer- para que este sentimiento de abandono y exclusión haya llegado a un punto tan alto; más aún en este complejo tiempo de pandemia?
Ciertamente, muchas de las agudas observaciones del documental han vuelto a quedar al descubierto en este difícil año de Covid-19. Pero aún quedan pendientes otras: la cifra de Eleam que han debido cerrar sus puertas por falta de apoyos o las múltiples fundaciones como la nuestra que enfrentarán también este año un duro panorama en materia presupuestaria, a causa de esta crisis. En resumen, El Agente Topo nos abre la puerta a temas que como país que envejece aceleradamente y como futuros adultos mayores, no podemos dejar de ver y enfrentar.
Por Edgardo Fuenzalida, gerente general de Fundación Las Rosas