ESMERALDA TERÁN, tiene 93 años y llegó en 1991 a la Fundación. «Llevo 26 años viviendo en la Fundación Las Rosas y esta es mi casa. Estoy tremendamente agradecida de estos años, del cuidado y cariño que nos entregan día a día sobretodo las auxiliares de sala que cumplen su trabajo con tanto sacrificio.

En estos 50 años de vida de Fundación Las Rosas, yo creo que soy una protagonista, por que he vivido en carne propia el bien que esta Fundación le hace a la gente, que como yo, no tiene una casa propia para vivir. Aquí tenemos todo y más de lo que necesitamos, estamos calentitos y atendidos con amor.

Si tuviera que decir algo de mi vida en estos 26 años en la Fundación, lo único que sería es: GRACIAS POR TODO.«