Sirviendo a Cristo en los Adultos Mayores
Alegría, unidad y un merecido reconocimiento por la diaria labor en los hogares de la Fundación Las Rosas, marcaron la ceremonia con la que los trabajadores de la institución conmemoraron cinco décadas de servicio al prójimo.
Colaboradores, religiosas, cuidadoras y autoridades de la Fundación participaron de este aniversario, el pasado 22 de junio, día que coincide con la Solemnidad del Sagrado Corazón y que tradicionalmente se realiza en el patio central del hermoso Santuario María Santísima, en la comuna de Independencia, en cuyo interior funciona la Casa Matriz y algunos hogares de la Fundación.
Ahí, el Capellán Andrés Ariztía invitó a todos los presentes a reflexionar y agradecer por esta oportunidad de servir y evangelizar, que tienen quienes trabajan en esta maravillosa obra solidaria en Chile, cuya misión es “acoger, alimentar, acompañar en la salud y en el encuentro con el Señor a personas mayores pobres y desvalidas, manteniéndolas integradas a la familia y a la sociedad de forma digna y activa”.
Reconocimientos
Durante la ceremonia se premiaron a los trabajadores que cumplieron 10, 15, 20, 25 y 30 años en la Fundación. Estas últimas distinciones recayeron en María Ramirez Bravo, del Hogar Jesús Crucificado, de Independencia y en Eduardo Barrera Fuentes, del Área Contabilidad y Finanzas, de la Casa Matriz, con 25 y 30 años de servicio, respectivamente.
Además, el Padre Andrés realizó un reconocimiento especial a las directoras de los hogares, encargadas de liderar el cuidado y acompañamiento a los residentes y colaboradores.
Marcela Vargas, la Directora de Personas de la Fundación, destacó también la entrega del “Premio Espíritu Fundación”, que este año recayó en 32 colaboradores. “Nos sentimos muy orgullosos de trabajar junto a personas que manifiestan tan singularmente la gracia de servir con amor en las labores que tienen asignadas y que reconocen en su trabajo, una oportunidad de servir a Cristo en los adultos mayores”, dijo.
