¿Cómo enfrentar los cuidados al final de la vida? ¿Qué diferencia existe entre los conceptos eutanasia, suicidio asistido o dejar morir? Preguntas sobre las cuales dictó una completísima charla en la Casa Central de Fundación Las Rosas, el médico Iván Pérez, quien es Magíster en Bioética, miembro del Centro de Bioética y profesor asistente de la Facultad de Medicina UC.

Durante el encuentro, el doctor Pérez definió eutanasia como «una acción deliberada para quitarle la vida a alguien para aliviarlo de un grave sufrimiento; por tanto, quien actúa quitando la vida (generalmente un médico) es una persona distinta a quien muere».

En el caso del suicidio asistido «es la misma persona quien se administra el medicamento para generar su muerte; en este caso, el médico solo recomienda cómo hacerlo».

El concepto de dejar morir es distinto: «Es aceptar los límites de la vida y la medicina, y darse cuenta que, llegado un momento, cualquier tratamiento que se pudiera implementar ya no serán de utilidad para el paciente y, por tanto, es razonable abstenerse de implementar terapias desproporcionadas».

En consecuencia, en este tercer caso se permite la muerte para evitar el empecinamiento u obstinación terapéutica, que es no dejar que la persona muera cuando ya los tratamientos no son útiles.

Al finalizar la exposición, algunos asistentes consultaron al experto sobre el uso de la sonda nasogástrica. Su respuesta, tanto para ese tipo de tratamiento u otro, fue que «siempre se debe evaluar caso a caso la proporcionalidad de la medida terapéutica», y reflexionar en torno a la efectividad que tendría el tratamiento y su disponibilidad, la voluntad del paciente y cómo cambiaría el pronóstico o su calidad de vida, además de los costos del mismo, tanto económicos como el impacto en el paciente y su familia.

Finalmente, el doctor Pérez explicó que para aplicar la mejor decisión se debe usar la virtud de la prudencia.

Escucha el audio con la respuesta completa del doctor Pérez en este enlace.