Junto a nuestros colaboradores y residentes, familias enteras se congregaron para honrar a nuestros hermanos mayores, recordando la tarea fundamental que cada abuelo y abuela tienen en la vida de la familia, de los hijos y de la sociedad, tal como lo explicó Monseñor Ezzati. «Este día nos recuerda una intención de oración para que en nuestra sociedad actual los adultos mayores tengan todo el respeto y salvaguarda de sus derechos, para que vivan sus últimos años como un aporte, con la gratitud del país por todo lo que han hecho».

La Eucaristía tuvo un profundo sentido espiritual para los residentes de Fundación Las Rosas que asistieron al principal templo nacional, en representación de los más de 2.200 adultos mayores que viven en los 29 hogares de Fundación Las Rosas, entre La Serena y Osorno.

La comunidad presente celebró el encuentro y se acercó a las personas mayores a entregarles un saludo y un abrazo como un gesto de cariño por su aporte a nuestra sociedad, no solo material sino principal en humanidad y sentido para las vidas de cada persona y familia.