«Este va a ser el último Hogar que vamos a tener, por ahora; más adelante, vendrá el otro definitivo, cuando nos lleve Dios”
Ella es la señora Angelina (85) y él es Antonio (64), su hijo. A los nueve años, una meningitis dejó graves secuelas en él. Ella, fiel a su amor de madre, juró no abandonarlo jamás.
Hoy ambos viven en el Hogar San Alberto Hurtado de Fundación Las Rosas, en la ciudad de Quillota, Región de Valparaíso. Aquí, cada día se acompañan, conversan y comparten tomar un poco de sol en el jardín del Hogar. Ella agradece a Dios por esta hermosa bendición de poder permanecer junto a su hijo, rodeada de afecto y cuidados “Estoy muy feliz de estar aquí junto a mi hijo y se lo digo a él también: que se porte muy bien porque
Recent Posts