CARDENAL CELESTINO AÓS PRESIDE MISA POR LAS PERSONAS MAYORES 2022
En una concurrida y emotiva Eucaristía, realizada en la Catedral Metropolitana de Santiago, el domingo 16 de octubre, celebramos el Mes de las Personas Mayores.
La Santa Misa presidida por el Cardenal y Arzobispo de Santiago, Celestino Aós, contó además con la presencia de la Directora Nacional de SENAMA, Claudia Asmad, el Presidente del Directorio de Fundación Las Rosas, Ignacio Montes, el Gerente General de la Fundación, Edgardo Fuenzalida y el Capellán Nacional de Fundación Las Rosas, Pbro. Carlos Irarrázaval. A ellos se suman representantes de diversas fundaciones que trabajan con adultos mayores, Padrinos, Benefactores, Voluntarios, Damas de Blanco, Amigos, colaboradores y residentes de distintos Hogares de la Región Metropolitana.
En la ocasión, Monseñor Celestino Aós, reflexionó: «Hoy traemos ante el Señor nuestro agradecimiento. Demos gracias por todos nuestros ancianos, por el misterio de la vida, porque la duración de nuestra estadía en la tierra es incierta y sólo Dios sabe porque unos parten en la infancia y a otros el Señor les regala tiempo y años hasta la senectud».
«En cada anciano vemos reflejado ese misterio de Dios -agregó el Cardenal- que lo llamó a la vida, que lo ha acompañado durante tiempo y quizá en situaciones difíciles y que un día lo esperará al final del camino, como nos espera a todos. No debemos cansarnos de acompañar a nuestros ancianos con la oración, tenemos que estar con ellos y sobre todo escucharlos.»
Papa Francisco
El Papa Francisco nos invita a reflexionar sobre las Personas Mayores con el siguiente pasaje bíblico: “Cuando salió de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron de inmediato. Él se acercó, la tomó de la mano y la hizo levantar. Entonces ella no tuvo más fiebre y se puso a servirlos (Mc 1,29-31)”.
El cuidado de los mayores debe estar en el centro de la atención de la comunidad: Jesús no va solo a visitar a la anciana enferma, sino que va junto con los discípulos. Es «la comunidad cristiana la que debe ocuparse de los ancianos», especialmente hoy, cuando el número de ancianos ha crecido. Debemos sentir la responsabilidad de visitar a los ancianos que a menudo están solos y presentarlos al Señor con nuestra oración. Jesús mismo nos enseñará a amarlos. «Una sociedad es verdaderamente acogedora de la vida cuando reconoce que ella es preciosa también en la ancianidad, en la discapacidad, en la enfermedad grave e, incluso, cuando se está extinguiendo» (Contenido realizado en base a la catequesis del Papa Francisco, dedicada a la vejez, junio 2022).
