Un positivo cambio de vida
Don Luis trabajaba en la plaza de Isla de Maipo, «ayudando a la gente a cruzar la calle por unas moneditas«, según nos cuenta. En ese lugar conoció a la señora Soledad, iniciando una férrea relación que perdura hasta hoy, en el Hogar San José de Fundación Las Rosas, en Melipilla.
Tal como ocurre con don Luis y la señora Soledad, durante el año 2024, logramos cambiar la vida de 487 personas mayores vulnerables, que ingresaron a vivir en los Hogares FLR.
Su relación ya suma 21 años y ha estado marcada por el amor y apoyo mutuo. Aunque no tuvieron hijos, han sido una compañía constante el uno para el otro. Ahora mayores, enfermos y sin posibilidad de seguir siendo cuidados por la hermana de don Luis, la señora Ingrid, quien asumió esa tarea, ella misma inició las gestiones para ingresarlos juntos, a un Hogar de Fundación Las Rosas.
La señora Ingrid también cuida a su hija, quien quedó postrada tras un accidente automovilístico, en el año 2003. Por eso, ya se le hacía casi imposible seguir atendiendo a sus otros dos familiares. Ahí surgió la mano fraterna y la posibilidad de ingresar a Fundación Las Rosas.
Con mucha alegría, finalmente se concretó a mediados del año pasado, el ingreso de don Luis y la señora Soledad al Hogar San José de Melipilla. Ahora ambos disfrutan de un espacio donde se sienten acogidos y cuidados, rodeados de afecto y dignidad.
Mientras tanto, la señora Ingrid, llena de emoción, también expresa su alivio por este positivo cambio en la vida de su hermano y de su cuñada; y también un positivo apoyo a su propia vida, pues ahora todos tendrán la posibilidad de recibir los cuidados y el acompañamiento que tanto necesitan.