Congregación «Siervas del Santísimo y de la Caridad» se despiden de Fundación Las Rosas tras 21 años de servicio al prójimo

Con profunda gratitud y reconocimiento, despedimos a la Congregación «Siervas del Santísimo y de la Caridad» (Colombia), que luego de 21 años de servicio en Fundación Las Rosas, dejan Chile y la Fundación. Su partida marca el cierre de una etapa de entrega, acompañamiento espiritual y amor incondicional hacia los residentes, colaboradores y toda la comunidad.

Desde su llegada al Hogar María Auxiliadora de Lampa, en 2003, las hermanas han sido una luz de esperanza y fe para quienes más lo han necesitado. Su trabajo ha sido un testimonio vivo del principio de la caridad que rige su Congregación, fundada en 1901 en Colombia. Durante estos años, su dedicación ha sido fundamental en la atención de los residentes y en el fortalecimiento del espíritu comunitario dentro de la Fundación.

Para agradecer su apostolado de estos años y despedirlas con el cariño que merecen, el pasado 26 de marzo se celebró una Misa de despedida en el Santuario a María Santísima, donde se les rindió un emotivo homenaje por su invaluable labor.

En palabras de la Madre General y su Consejo:

«-Agradecerles por estos 21 años de mucha alegría el haber podido ejercer nuestro apostolado con los residentes y auxiliares del Hogar María Auxiliadora de Lampa. Descubrir el rostro de Cristo en cada uno de ellos nos ha hecho vivir la bondad y misericordia de Dios. Para la comunidad no es fácil esta decisión de dejar la obra, pero solo nos queda continuar con nuestra Misión cumpliendo la voluntad de Dios.

-Nos vamos muy agradecidas porque siempre nos sentimos como en casa. Su amabilidad, apoyo y comprensión lo llevamos en lo más profundo de nuestros corazones. Una vez más, gracias a todos ustedes. Que sea Jesús Eucaristía quien los bendiga y acompañe en tan bella labor. Continúen dando frutos que Dios espera de cada uno».

El Padre Carlos Irarrázaval, Capellán General, también quiso expresar su agradecimiento por los 21 años de presencia de las Hermanas en Fundación Las Rosas, destacando que «nos quedamos con la esperanza de que, algún día, puedan regresar a la Fundación».

Desde Fundación Las Rosas, solo nos resta agradecer profundamente su entrega y desearles lo mejor en su nueva misión. Nos llevamos su ejemplo de servicio y amor al prójimo, y esperamos que nuestros caminos se crucen nuevamente en el futuro.

Sin duda su paso por nuestro Hogar y Fundación ha sido testimonio de un “Cristo que Sirve a Cristo”.

¡Hasta siempre, queridas Hermanas!