Alzheimer y otras demencias en adultos mayores
Diagnóstico y factores de riesgo
Es un síndrome clínico, que se caracteriza por un deterioro mental progresivo, que determina una disminución de la capacidad intelectual de la persona, al punto que esto interfiere con su desempeño social y funcional, afectando su calidad de vida.
En la actualidad no existen tratamientos disponibles para retrasar o detener efectivamente el daño cerebral que provoca la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, una persona con esta condición debiera ser tratada por un equipo interdisciplinario que aborde las distintas dimensiones de esta condición.
Aún no se comprenden todas las razones por las cuales algunas personas padecen Alzheimer y otras no. Sin embargo, los investigadores aportan algunos factores de mayor riesgo:
- Edad: El envejecimiento es el mayor factor de riesgo. La mayoría de las personas con Alzheimer tienen 65 años o más.
- Familiares: Si sus padres o hermanos tienen la enfermedad de Alzheimer, se tiene mayor probabilidad de desarrollar la condición.
- Genética: Los investigadores han identificado muchas variantes de genes que aumentan las probabilidades de padecer Alzheimer.
- Deterioro Cognitivo: Cambios en la capacidad de razonamiento, aunque estos síntomas no interfieran en el desempeño cotidiano. El diagnóstico diferencial entre el deterioro cognitivo leve y la demencia es un factor determinante para definir Alzheimer.
- Nivel Educacional: Estudios han asociado una menor cantidad de años de educación formal con un mayor riesgo de Alzheimer y otras demencias.
- Dificultad para aprender y retener nueva información: se vuelve repetitivo, le cuesta recordar una conversación reciente, eventos, citas; pone los objetos en lugares incorrectos.
- Dificultad para realizar tareas complejas: le cuesta realizar una labor que requiere varios pasos, tal como cocinar, hacer un presupuesto, etc.
- Deterioro en la capacidad de razonar: es incapaz de responder con un plan para enfrentar problemas en la casa o en el trabajo. Han dejado de importarle las reglas de conducta social.
- Desorientación espacial: tiene problemas para manejar, se pierde en la calle, aun en lugares familiares.
- Deterioro en el lenguaje: presenta dificultad creciente para encontrar las palabras adecuadas en una conversación.
- Alteraciones en el comportamiento: aparece pasividad, o más irritabilidad que la habitual; puede malinterpretar estímulos visuales o auditivos.
- Cambio en sus hábitos: observar si ha cambiado su hábito de vestirse, puede verse desaseado, desordenado, llega tarde a la hora de la consulta, etc.
No, no es lo mismo. El tener problemas de memoria puede estar asociado a otro tipo de condiciones o patologías, por lo cual es fundamental descartarlos.
La pérdida de memoria puede relacionarse con la edad y el nivel educativo de la persona; ahora bien, si se observa también alteración de la conducta y de la esfera funcional, podría tratarse de una demencia. Por tanto, es recomendable realizar una evaluación neuropsicológica completa para descartar y/o confirmar que esta dificultad esté o no asociada a demencia tipo Alzheimer.
Las demencias se clasifican en dos:
De tipo degenerativas: siendo las más frecuentes el Alzheimer; la Demencia con Cuerpos de Lewy y la Demencia Frontotemporal.
De tipo secundarias: como las demencias vasculares (isquémicas y hemorrágicas), por medicamentos, infecciosas, por cáncer, etc.
La evaluación inicial puede ser realizada por cualquier médico, sin embargo, una evaluación más exhaustiva debe ser hecha por especialistas, ya sea un Neurólogo (especialista en trastornos cerebrales), un Geriatra (especialista en personas mayores) o un Psiquiatra.
Las pruebas neuropsicológicas son útiles para diferenciar a aquellos sujetos que se encuentran en el límite entre envejecimiento normal y una demencia inicial.
Ante la posibilidad latente de que un adulto mayor con Alzheimer se extravíe, la Policía de Investigaciones (PDI), entrega una serie de recomendaciones preventivas, como procurar que la persona utilice una tarjeta, pulsera u otro elemento con su nombre y número de teléfono para emergencias. Además es importante no dejarlos solos, o que salgan a la calle sin compañía. En caso de extravío, solicitar ayuda, consultar a vecinos, cercanos y familiares. También llamar a Carabineros (133) o la PDI (134). Esta última institución mantiene un programa denominado “Sebra” (Seguridad en Brazalete) destinado a evitar el extravío de personas, especialmente niños y adultos mayores, en eventos masivos.
Más información:
Tratamientos y Terapias Complementarias
Si bien actualmente no existen tratamientos disponibles para retrasar o detener el daño cerebral, varios medicamentos pueden ayudar, de forma temporal, a mejorar los síntomas de la demencia en algunas personas.
“Terapias Complementarias”, ¿de qué forman ayudan a quien padece alguna demencia, tipo Alzheimer?
Las Terapias Complementarias pueden contribuir de buena forma a la mejora y administración de cuidados, tanto de los residentes como de los propios cuidadores. Al contrario de los fármacos, estas intervenciones suelen ser de bajo costo. En el caso específico de la demencia, las Terapias Complementarias contribuyen a disminuir los síntomas conductuales como agresividad, alteraciones del sueño y del apetito, agitación, hiperactividad, entre otros.
Programa de Salud Mental de Fundación Las Rosas
El objetivo es mejorar la calidad de vida y bienestar de los residentes de Fundación Las Rosas, que presentan algún tipo de demencia u otras problemáticas de salud mental, entregándoles los cuidados que requieran, en el contexto del Modelo de Cuidados Integral de Fundación.
A todos los residentes de la Fundación, tengan o no deterioro cognitivo asociado, puesto que permite un abordaje integral respecto del envejecimiento, centrado en aquellos con mayores necesidades pero útil y capaz de responder a una problemática global.
Implica que los residentes deberán ser abordados a partir de los 5 pilares establecidos. Cada uno de ellos obliga a considerar información relevante de la persona: su salud, su funcionamiento y sus circunstancias, pero también su historia de vida, sus capacidades, sus preferencias y las actividades que le agradan. Estos pilares son:
- Atención Clínica
- Revisión y Ajuste de Tratamiento Farmacológico
- Uso de Terapias Complementarias
- Abordaje Ambiental y Conductual
- Acompañamiento Espiritual y Contención Emocional
En este caso, se utilizan 8 terapias no farmacológicas:
- Musicoterapia
- Espacio de Estimulación Multisensorial
- Manta Sensorial
- Bebé Terapéutico
- Aromaterapia
- Terapia Biográfica
- Terapias con Brainpaths
Fundación Las Rosas como institución católica, otorga a sus residentes la oportunidad de acceder a los Sacramentos, además de participar en las diferentes ceremonias y celebraciones, con el objetivo de reforzar su Fe y de otorgarles durante su estadía, la posibilidad de alimentar la esperanza, y darle sentido a esta etapa de sus vidas.
Sin perjuicio de lo anterior, no todas las personas que acogemos practican la misma religión y frente a eso, se acompaña de todas maneras en la forma que el residente lo solicite, respetando sus creencias y el derecho a su autonomía, pues lo que prevalece por sobre todas las cosas es el bienestar de nuestras personas mayores, su paz y su tranquilidad.
El Programa de Salud Mental de Fundación Las Rosas necesita de todos aquellos que desean aportar a una problemática país que día a día se va agudizando. Su apoyo, además de servirnos para concretar este gran desafío de mejorar la calidad de vida de nuestros residentes, nos permitirá demostrar la importancia de redefinir los modelos de atención actuales y perfilar nuestros conocimientos con más profundidad. Para esto, el apoyo económico de Amigos, familiares. y colaboradores resulta fundamental, para lidiar con esta condición que se presenta como algo devastador para la persona y su entorno.