Inolvidable visita a la Virgen del Cerro San Cristóbal
Los residentes del Hogar Jesús Crucificado vivieron una intensa jornada de reflexión, fraternidad y disfrutaron de la maravillosa vista panorámica que se observa desde el Santuario de la Virgen de la Inmaculada Concepción que está en la cumbre del cerro San Cristóbal.
El pasado 6 de abril, como parte de las actividades de Semana Santa que se celebran en todos los Hogares de Fundación Las Rosas, se llevó a cabo una inolvidable salida socio recreativa donde participaron 10 residentes del Hogar Jesús Crucificado de Independencia. El lugar escogido fue el Cerro San Cristóbal, en especial, el santuario de la Virgen de la Inmaculada Concepción para rezar y conectarse con la espiritualidad.
Pilar Astorga, Terapeuta Ocupacional del Hogar de Independencia, señaló que esta es una de las dos salidas al exterior del Hogar que tienen programadas para este año. El Cerro San Cristóbal en abril y Buin Zoo en octubre. “Esta actividad y el lugar, fueron escogidos por los propios residentes y nosotros gestionamos la salida. Fue un esfuerzo grande de todo el equipo que trabaja en el Hogar, que organizó y coordinó este paseo que fue financiado con recursos propios. A su vez, tras varias llamadas, logramos conseguir la autorización del Parque Metropolitano para poder ingresar con las personas mayores en vehículo al cerro, ya que ahora está restringido”.
Los residentes, llegaron muy contentos hasta la capilla de la Virgen de la Inmaculada Concepción donde sacaron sus rosarios, rezaron y reflexionaron durante un buen rato contemplando la majestuosidad del lugar que irradia mucha paz. “La mayoría de ellos son católicos entonces lograron conectarse espiritualmente, rezaron el Rosario, oraron y tuvieron un espacio de reflexión que para ellos es muy importante”, señaló la terapeuta.
“Lo pase muy bien, estaba muy bonito el cerro y la Virgen también. Me gustó rezar el Rosario allá. Agregó Sylvia Tapia, residente, que hace muchos años no visitaba el cerro y lo encontró diferente, “Antes era más chico, ahora hay caminos para todos lados”, contó.
Durante la salida tuvieron momentos recreativos, de conversación y de terapia. “Recorrimos el lugar, hicimos ejercicios con los kinesiólogos y aprovechamos de trabajar la orientación temporo espacial y la reminiscencia donde ellos comenzaron a recordar algunas historias de sus vidas y salieron historias graciosas, algunos recordaban cuando salían a pololear al cerro o iban al zoológico que está acá, fue muy entretenido para ellos”, agregó Pilar Astorga.
Este tipo de actividades les brindan múltiples beneficios a las personas mayores, ya que salir de sus rutinas y al exterior les genera bienestar y felicidad. «Algunos de ellos se ponen un poco más ansiosos al principio porque no están acostumbrados a salir, pero en la medida que pasa el tiempo ya se adaptan y disfrutan plenamente del entorno, se motivan más haciendo las terapias o ejercicios y se genera un entretenido diálogo en torno al lugar y los recuerdos que les trae”, comenta Pilar Astorga.
La Terapeuta mencionó que uno de los residentes que asistió al cerro, don José Espinoza, llegó hace muy poco al Hogar y estaba con una dependencia severa y muy desconectado del medio, y gracias al trabajo que han dedicado en su recuperación ese día pudo entrar caminando a la capilla con la ayuda del kinesiólogo.
“Me gustó mucho la salida a la Virgen del cerro, estuvo muy bonito todo. Fue una experiencia muy linda pero lo que más me gustó fue la subida a la Virgen y la iglesia que estaba muy bonita y pude entrar caminando”, afirmó con mucho orgullo don José Espinoza.
Para finalizar esta jornada, el equipo de nutrición del Hogar preparó una rica merienda a los residentes para que disfrutaran al aire libre comiendo un rico sándwich con jugo y helado para luego volver con el corazón lleno de alegría, paz y una nueva experiencia que sólo les trajo más amor a sus vidas.