CEREMONIA DE CIERRE PROYECTO «VIDA SALUDABLE»
Durante seis meses se llevó a cabo el proyecto “Ampliando y preservando la esperanza de vida saludable para adultos mayores”, impulsado por los profesionales del Área de Gestión del Cuidado de nuestra Fundación y que fue financiado por el Gobierno Regional Metropolitano, beneficiando a cerca de 200 personas mayores, residentes en tres Hogares FLR.
La iniciativa incluyó la compra de equipamientos como una trotadora, una bicicleta estática con respaldo, pedaleras y material interactivo. Todo esto para los talleres y actividades de estimulación cognitiva y habilidades sociales. Además, se contrató a un equipo profesional compuesto por un kinesiólogo, un terapeuta ocupacional y un segundo terapeuta ocupacional para que implementaran el proyecto, que se espera poder ampliar a otros Hogares.
En este piloto participaron los Hogares: Nuestra Señora de Las Rosas, Juan Pablo I, y Nuestra Señora de Guadalupe, ubicados en la comuna de Independencia. Durante los meses de ejecución del proyecto, se realizaron talleres terapéuticos con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los adultos mayores que cuidamos.
“Esfuerzos como estos van en el camino fraterno por el que siempre deseamos transitar. Nos llenan de esperanza para seguir avanzando y nos motivan a buscar, promover y empujar este tipo de iniciativas”, señaló Edgardo Fuenzalida, Gerente General, durante la ceremonia de cierre, que contó con la presencia de la Consejera Regional, Noemí Martínez
«Esperamos que este sea solo el primer paso de una serie de proyectos que nos permitan mantener a los residentes activos, motivados, conscientes de sí mismos y de su cuerpo, además de vinculados con su entorno cercano, como sus cuidadoras, terapeutas y otros residentes del hogar», comentó la representante del GORE Metropolitano.
Al finalizar la ceremonia, colaboradores y residentes disfrutaron de una hermosa presentación de baile, a cargo de la Escuela de Formación de Carabineros de Chile, seguida de un espectacular cóctel adaptado a las necesidades de los residentes. Este tipo de actividades no solo refuerzan la premisa de que las personas mayores son sujetos de derecho, a quienes debemos considerar e integrar, sino que también revalorizan el aporte que hacen a la sociedad como patrimonio vivo y permanente.